La ansiedad no vive solo en la mente: también se manifiesta en el cuerpo. Tensión muscular, falta de aire, palpitaciones o un nudo en el estómago son algunas de las señales físicas más comunes.
A través de estos ejercicios somáticos para la ansiedad, podemos suavizar esas sensaciones y reconectar con nuestro cuerpo desde un lugar de calma, seguridad y presencia.
¿cómo se manifiesta la ansiedad en el cuerpo?
Cuando sentimos ansiedad, nuestro sistema nervioso entra en alerta y el cuerpo comienza a reaccionar: hombros contraídos, respiración entrecortada, vacío en el estómago, dificultad para relajarse o sensación de no poder parar.
Aprender a escuchar el lenguaje del cuerpo y aplicar técnicas somáticas nos permite liberar esa tensión y reducir la intensidad de la ansiedad, recuperando la conexión interna.
5 ejercicios somáticos para reducir la ansiedad
Estas prácticas son sencillas, no requieren experiencia previa y puedes realizarlas en cualquier momento del día.
1. Grounding: sentir el apoyo de la tierra
Coloca tus pies firmes sobre el suelo e imagina raíces que crecen hacia la tierra. Percibe cómo el suelo te sostiene, recordándote que no tienes que cargarlo todo solx: hay algo más grande que te apoya.
2. Respiración consciente para calmar la mente
Inhala contando hasta 4 y exhala contando hasta 6. Esta técnica alarga la exhalación, ayudando a tu sistema nervioso a entrar en un estado de mayor calma y serenidad.
3. Orientación: traer tu atención al presente
Mira a tu alrededor y nombra 5 objetos, 4 colores y 3 sonidos que percibas. Este ejercicio de orientación somática le recuerda a tu cuerpo que, en este momento, estás segurx y no hay peligro inmediato.
4. Tapping: liberar tensión con suavidad
Respira profundo y comienza a dar pequeños golpecitos rítmicos con las yemas de tus dedos en brazos, hombros, esternón, pecho, cabeza y piernas. El tapping para la ansiedad estimula puntos energéticos, libera tensión acumulada y devuelve una sensación de calma.
5. Movimiento: recuperar flexibilidad y fluidez
Balancea tu cuerpo, estírate o baila libremente siguiendo lo que tu cuerpo necesite en ese instante. El movimiento natural ayuda a liberar energía contenida por la ansiedad y a recuperar flexibilidad y vitalidad.
cultivar una relación más amable con tu cuerpo
Estas prácticas somáticas para la ansiedad no buscan eliminarla a la fuerza, sino ofrecer a tu cuerpo un espacio donde sentirse más seguro, sostenido y en paz. Con el tiempo, aprenderás a relacionarte con tu ansiedad desde la comprensión y no desde la lucha.
integra la práctica con el Diario Somático
Si quieres llevar un registro de tus sensaciones y progresos, el Diario Somático es una herramienta práctica para acompañarte en este camino. Escribir tras cada ejercicio puede ayudarte a observar patrones, profundizar en tu bienestar y mantener una relación más consciente con tu cuerpo.